Enrique Dussel
Revista Nueva Realidad(RNR): Retomando los conceptos que usted profesor nos ha explicado en múltiples ocasiones, y en particular la relación a lo que es éticamente válido. Nos genera mucha inquietud saber que en varios países del orbe están empezando a tomar medidas restrictivas por diferentes motivos, a lo que se denominaría la comunidad política y su corazón; la legitimidad de las decisiones se ve truncada, ya que los gobiernos están tomando actualmente ésas medidas para contener a sus poblaciones. Entonces la preocupación es referente a la cuestión del estado de excepción, porque esto tiene que ver justamente con la democracia, cuando vemos que las comunidades políticas están contraídas, contenidas, justamente por diversas situaciones como la que estamos viviendo, evidentemente nos estamos dando cuenta que la democracia y la comunidad política que se representa y se legitima a través del consenso es prácticamente nula. En estos momentos de excepcionalidad las decisiones se toman desde la cúpula de los gobiernos con democracias representativas, inclusive por decreto, porque ni siquiera la participación del parlamento es importante en estas trascendentes decisiones que se están llevando a cabo en muchas repúblicas. Por lo tanto, la pregunta se enfoca en tratar de entender la sincronia institucional y la democracia representativa, que tiene que ver con el voto de representantes electos por varios años y, su relación con la democracia participativa, que tiene que ver con las decisiones políticas inmediatas en casos justamente de excepcionalidad como el que estamos viviendo en este momento, entonces, la legalidad normativa da pauta para el estado de excepción y en ese sentido no solo anula la comunidad política, sino también crea un vacío de legitimidad que sostiene la misma soberanía del pueblo, ¿como se interpretarían éstas circunstancias?
Carl Schmith habla del Estado de excepción que supone poner la ley en cuestión desde el retorno a la voluntad política que está debajo de la ley, entonces es una interpretación Heidegueriana de la voluntad a lo Nietzche, que muestra cómo hay una fundamentación en la Voluntad de la ley , que hay momentos en que la voluntad debe erigirse como última referencia. Adam Smith trabajó mucho la dictadura romana, que no es la dictadura como nosotros la conocemos, porque entonces era una institución en Roma, en aquellos momentos cuando estaba siendo atacada por Cártago y por Aníbal, se pasa entonces de un estado de derecho a un estado de excepción, se le da todo el poder a un dictador, pero cuidado, ese dictador no es pinochet o un dictadorzuelo como los nuestros, sino que es una institución, que el senado nombra con restricciones bien precisas, que cumplía una función y por eso cuando acaban con Aníbal, vuelve otra vez el Senado a retomar el poder.
No es en ese caso el estado de excepción moderno, pero yo siempre digo lo siguiente, primero, nunca hemos tenido estado de derecho, siempre hemos estado en un estado de excepción desde Colon, primero porque el mundo colonial era un estado de excepción nunca nombramos nuestras autoridades. Los oidores eran miembros de una institución instaurada por el rey, el Ejército era español y así estuvimos durante 3 siglos en estado de excepción y, si seguimos la historia después, nunca dejamos de estarlo. A veces durante meses o algún año en que el pueblo pudo retener el ejercicio del poder, pero hubo también contradicciones internas y posteriormente que hemos dejado de ser colonia de los poderes en turno en América Latina, los poderes que se quedaron dependían más de Francia, Inglaterra y nosotros más de Estados Unidos. El estado de excepción es lo normal entre nosotros.
A a su vez hay un tercer estado, el estado rebelión, que no es estado de derecho, porque entre nosotros mismos, todavía hay hombres ciudadanos y cuando se es pobre, sobre todo, y se recurre al Poder Judicial, nunca se tiene la razón y se puede ir preso por haber robado pollo, mientras que otro, se roba millones y no va nunca preso ¿por qué? por que se ha vuelto común que se le paga a alguién en algún caso de corrupción y vemos que es la legalidad del estado de excepción. De ahí entonces la cuestión interesante es el estado de rebelión, porque el estado rebelión es un estado legítimo pero no legal, y de excepción sin embargo, como es el caso de Hidalgo, y vuelvo a citarlo porque al ser tan conocido pues nadie me lo puede negar o poner en cuestión.
Hidalgo estaba en un estado de excepción porque no respetaba la Ley de España, y la remitía ya no a la voluntad del Rey ni la dejo ahí en el aire, sino que la remitía a la voluntad de un pueblo oprimido por esa legalidad, de tal manera que, en realidad, pone en cuestión al valor, el sentido de la legalidad desde un estado de rebelión, entonces de lo que se trata es de pensar que hay momentos en que no solo el estado de excepción sino que el estado de rebelión también es necesario para poder restablecer, alguien dijo ‘al diablo con las instituciones’ pero también eso lo dijo Hidalgo, dijo: ‘al diablo las instituciones de la monarquía que decide que México sea una colonia’, y (parafraseando a Hidalgo continúa) ‘si yo no mando al diablo esa institución tengo que seguir siendo colonia, pero para liberarme aquí debo hacerme independiente, tengo que negar unas instituciones y crear otras nuevas, pero sobre una legitimidad válida, que es la del pueblo, y no la voluntad del rey’.
Entonces se necesita una nueva filosofía del derecho y, un pensamiento conservador no tiene esa flexibilidad, porque están pensando siempre en la vigencia de la ley como única posibilidad y no se dan cuenta que cuando una ley es injusta no hay que respetarla, sino que hay que cambiarla por una ley justa, pero en el medio yo ya no soy ilegal, ¿y en que me apoyo? en la legitimidad de un pueblo que dictará una nueva ley.
Lo que plantean supone otro tipo de reflexión que por lo general en nuestras universidades tanto de Ciencia Política como Derecho nunca se hace, porque somos conservadores pensando en solo una constelación, en la de la vigencia de la ley, pero yo me baso en tres constelaciones, la primera ya descrita, pero cuando esta vigencia de la ley se torna injusta y entonces hay que negarla eso es la segunda constelación, tercera constelación donde hay que crear una nueva ley, entonces ahí entiendo muchas cosas que no son simultáneas sino diacrónicas, y eso es lo que me permite entender un poco mejor lo que está pasando en México hoy, que es una época de transformación y no simplemente de reforma sino de una pero muy profunda.