Valeria y Óscar
Porque no hay dolor más cruel
que la ingrata e inmensa pérdida
del ser amado que emigró, que se fué
soñando volver la noche en día,
caminado a veces arriba del tren
sueños había muchos, claro que había!
no se deja todo por cualquier fantasía
seguro fue difícil tomar la decisión Oscar
de irte con Tania y Valeria también
pasar semejante travesía,
mucho valor y amor debiste tener
para llevártelas y no dejarlas atrás
y enfrentar al mundo más que cruel
que quizás te olvide mañana sin más
y, hoy les escribo con el corazón, como homenaje
porque a las almas valientes se les relega
y, a la tirana desigualdad se la engrandece y privilegia
podríamos citar nombres de tiranos cobardes
no alcanzaría la pluma y no vale la pena
porque la foto tuya junto a tu hija Valeria
me destrozó el alma, así mirarles,
no hay dolor más cruel
la ingrata e inmensa pérdida,
tenía tan solo dos años el ángel caído
ahogada en el río de miseria y pobreza
de los países sureños expoliados, maltratados, destruidos
mis rojos ojos se llenan de agua de rabia
mi alma rechaza lo terrible del status quo malparido
si, desde que curvados y de desnudos andábamos buscando agua, comida y refugio
y fuimos más allá creando ciudades en grupos
mientras más nos expandíamos más nos alejábamos
y, con diferencias crecientes se empequeñeció el espíritu humano
se logró pensar la armonía aún en abstracto
pero también la podredumbre del trabajo muerto acumulado,
Ustedes quedaron tirados en el río Bravo
pero también quedan en la semilla de recuerdos
de voces que pedirán justicia por tanto sufrimiento.
Dos de la madrugada
El cielo relumbra dejando caer su tupida tormenta
Relámpagos de morado fluorescente
Y el cielo gris enamorado de lluvia
Primero torrente, después dulce rocío
Viento arremolinado, viento susurrante,
Orquesta de los árboles tambaleantes
Y las ventanas, todas de enigmas cambiantes
Tejidas en muros de familias individuales
Unas sobre otras apiladas en sus internas cárceles
Brillan sus cristales de noche morada:
Árbol, lo espiritual sobre lo material, su dialéctica
Viento, el viaje postergado, su semilla
Lluvia, la encantada ausencia del recuerdo
Fuego, la cuarta transformación
Piedra, la investidura de la monarquía parlamentaria
Metal, los viajes indios a la Luna, la guerra imperial
Cristal, de las casas modernas egoístamente encasilladas
Tu canto convertido en rugido
calurosa, lluviosa, luminosa, inquietante noche Mancuniana.