Una respuesta sobre el estado de excepción

Enrique Dussel

Esta respuesta es parte de la transcripción de una de las clases que se llevó a cabo en la Cátedra Extraordinaria titulada ¨Repensando la Democracia en el mundo actual: una visión histórica, global e interdisciplinaria¨, el 21 de Octubre del 2020, organizada por El Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM y transcrita con autorización de su Director, el doctor John M. Ackerman*.

Revista Nueva Realidad(RNR): Retomando  los conceptos que usted profesor nos ha explicado en múltiples ocasiones, y en particular en relación a lo que es éticamente válido, nos genera cierta preocupación saber que en varios países en todo el mundo están empezando a tomar medidas restrictivas por la pandemia, o,   lo que se denominaría  la comunidad política  y su corazón, que es la legitimidad de las decisiones, se ve truncada, ya que los gobiernos  están tomando actualmente ésas medidas para contener  a sus poblaciones. Entonces la preocupación es referente a la cuestión del estado de excepción, porque esto  tiene que ver justamente con  la democracia, cuando vemos que las comunidades políticas están contraídas, contenidas, justamente por una situación excepcional como la que estamos viviendo, evidentemente nos estamos dando cuenta que la democracia y la comunidad política que se representa y se  legitima a través del consenso es prácticamente nula. En estos momentos de excepcionalidad las decisiones se toman desde la cúpula de los gobiernos con democracias representativas, inclusive por decreto, porque ni siquiera la participación del  Parlamento  es importante en estas trascendentes decisiones que se están llevando a cabo en muchas repúblicas. Por lo tanto,  la pregunta se enfoca en tratar de entender  la sincronia institucional y la democracia representativa, que tiene que ver con el voto de representantes electos por varios años; y su relación con la democracia participativa, que tiene que ver con las decisiones políticas inmediatas en casos justamente de excepcionalidad como el que estamos viviendo en este momento, entonces, la legalidad normativa da pauta para el estado de excepción y en ese sentido no solo anula la comunidad política, sino  también crea un vacío de  legitimidad que sostiene  la misma soberanía del pueblo, ¿como se interpretarían éstas circunstancias? 

Carl Schmith habla del estado de excepción que supone poner la ley en cuestión desde el retorno  a la voluntad política que está debajo de la ley, entonces es una interpretación Heidegueriana de la voluntad a lo Nietzche, que muestra cómo hay una fundamentación en la voluntad de la ley , que hay momentos en que la voluntad debe erigirse como última referencia.  Adam Smith  trabajó mucho la dictadura romana, que no es la dictadura como nosotros la conocemos, porque entonces era una institución en Roma, en aquellos momentos cuando estaba siendo atacada por Cártago y por Aníbal, se pasa entonces de un estado de derecho a un estado de excepción, se le da todo el poder a un dictador, pero cuidado, ese  dictador no es pinochet o un dictadorzuelo como los nuestros, sino que es una institución, que el senado nombra con restricciones bien precisas, que cumplía una función y por eso cuando acaban con Aníbal, vuelve otra vez el Senado a retomar el poder.

No es en ese caso el estado de excepción moderno, pero yo siempre digo lo siguiente, primero, nunca hemos tenido estado de derecho, siempre hemos estado en un estado de excepción desde Colón, primero porque el mundo colonial era un estado de excepción,  nunca nombramos nuestras propias autoridades. Los oidores eran miembros de una institución instaurada por el rey, el ejército era español y así estuvimos durante 3 siglos, en estado de excepción y, si seguimos la historia después,  nunca dejamos de estarlo. A veces pasó que durante meses o algún año en que el pueblo pudo retener el ejercicio del poder, pero hubo también  contradicciones internas y fracasaron. Posteriormente, ya que hemos dejado  de ser colonia de los poderes en turno en América Latina, los poderes que se quedaron dependían más de Francia, Inglaterra y de Estados Unidos, el estado de excepción es lo normal entre nosotros.

A a su vez hay un tercer estado, el estado rebelión, que no es estado de derecho, porque entre nosotros mismos todavía hay hombres ciudadanos pobres, y cuando se es pobre, y sobre todo,  si se recurre al Poder Judicial, nunca se tiene la razón y se puede ir preso por haber robado pollo; mientras que otro, se roba millones y no va nunca preso ¿por qué? por que se ha vuelto común que se le paga a alguién en algún caso de corrupción, vemos que es la legalidad del estado de excepción. De ahí entonces la cuestión interesante es el estado de rebelión, porque el estado de rebelión es un estado legítimo pero no legal, de excepción sin embargo, como es el caso de Hidalgo, y vuelvo a citarlo porque al ser tan conocido pues nadie me lo puede negar o poner en cuestión.

Hidalgo estaba en un estado de excepción porque no respetaba la Ley de  España, y la remitía ya no a la voluntad del Rey ni la dejó ahí en el aire, sino que la remitía a la voluntad de un pueblo oprimido por esa legalidad, de tal manera que, en realidad, pone en cuestión al valor, el sentido de la legalidad desde un estado de rebelión, entonces de lo que se trata es de pensar que hay momentos en que no solo el estado de excepción sino que el estado de rebelión también es necesario para poder re-establecer. Alguien dijo: ‘al diablo con las instituciones’, pero también eso lo dijo Hidalgo: ‘al diablo las instituciones de la monarquía que decide que México sea una colonia’, y ‘si yo no mando al diablo esa institución tengo que seguir siendo colonia, pero para liberarme aquí debo hacerme independiente, tengo que negar unas instituciones y crear otras nuevas, pero sobre una legitimidad válida, que es la del pueblo, y no la voluntad del rey’. 

Entonces se necesita una nueva filosofía del derecho y un pensamiento conservador no tiene esa flexibilidad, porque están pensando siempre en la vigencia de la ley como única posibilidad y no se dan cuenta que cuando una ley es injusta no hay que respetarla, sino que hay que cambiarla por una ley justa, pero en el medio yo ya no soy ilegal, ¿y en que me apoyo? en la legitimidad de un pueblo que dictará una nueva ley.

Lo que  plantean supone otro tipo de reflexión que por lo general en nuestras universidades tanto de Ciencia Política como Derecho nunca se hace, porque somos conservadores  pensando en solo una constelación, en la de la vigencia de la ley, pero yo me baso en tres constelaciones, la primera ya descrita, pero cuando esta vigencia de la ley se torna injusta y entonces hay que negarla  eso es la segunda constelación,  tercera constelación donde hay que crear una nueva ley, entonces ahí entiendo muchas cosas que no son simultáneas sino diacrónicas, y eso es lo que me permite entender un poco mejor lo que está pasando en México hoy, que es una época de transformación y no simplemente de reforma sino de una pero muy profunda.

* Con motivo de hacer de las instituciones académicas un puente entre los estudiantes, profesores y el mundo académico con diversos sectores de la sociedad, el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), bajo la dirección del profesor John Ackerman y sus destacados colaboradores como el doctor Walter Martín Arellano, abren un espacio de enseñanza y debate sobre democracia en las redes sociales nacionales e internacionales. Falta por reconocer la invaluable aportación que los cursos, diplomados y conferencias del más alto nivel organizado por dicho programa hacen en beneficio de la sociedad global, al brindar un espacio de reflexión interdisciplinario abierto y plural. Después del giro que dio nuestro país con AMLO en la presidencia, tiene especial relevancia un programa de tales características, que apunta a democratizar la esfera pública de la sociedad mexicana. Sus repercusiones tendrán relevancia en los años que nos esperan por recorrer, en las generaciones del público que aprende, comparte y resignifica conceptos y categorías importantes para identificar en el buen curso de la realidad democrática actual, no sólo en México sino en el mundo. Sus diplomados, cátedras, cursos, conferencias, etc., han abierto la discusión sobre la importancia de los medios de comunicación digitales en las sociedades modernas que pretenden ser democráticas; por lo tanto, sus foros de análisis y debate se convierte en una ventana transdiciplinaria de conocimiento donde participan reconocidxs académicxs de talla internacional como Rita Segato, Juan Carlos Monedero, Chantal Mouffe, Enrique Dussel, Víctor Manuel Toledo, entre otrxs. Actualmente siguen promoviendo la participación no sólo de la comunidad estudiantil universitaria sino también con la sociedad civil a través del monitoreo de noticias falsas en los medios y plataformas digitales, los discursos y narrativas que se llevan a cabo en las redes sociales, confirmar que la información sea verídica, el proyecto se llama Tlatelolco LAB. Lo mismo con el periódico digital GOOOYA que surge para promover la participación entre la comunidad universitaria y el ánimo por la escritura. El PUEDJS está dejando huellas firmes y contundentes como buen PUMA que es, huellas que dejan caminos abiertos hacia la democracia. 

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