
Peter Handke es un escritor austriaco, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2019. Su trayectoria de vida se vió marcada por la experiencia materna, pues al suicidarse su madre en 1971, le inspiró a escribir su imperdible Desgracia impeorable. Su progenitora habitó Berlín en casa de sus suegros durante la II Guerra Mundial y en 1948, con su marido y sus dos hijos, dejó el sector oriental sin papeles y se quedó en su casa en Austria. Es notable señalar que sus dos hermanos murieron en la guerra lo cual fue un duro golpe ya que ella los quería demasiado y transmitió a Handke su admiración: Handke aprendió el esloveno, idioma de sus tíos asesinatos.
Ya de adulto Handke decide vivir en Chaville, una pequeña localidad a 5 kilómetros de Versalles, su compañera , Sophie, es francesa.
“Calumniaron a mi madre diciendo que fue nazi, sentí muchas ganas de matar a la periodista pero, en vez de eso, escribí un libro… y el odio desapareció”.